martes, 10 de noviembre de 2009

y qué pasa con...?

Y qué pasa con...
aqui viene lo complicado por que vienen mil ideas y preguntas a mi cabeza pero en esta HUMILDE OPINION me quiero referir a las mercaderías requisadas en especial a los libros.
Diariamente Carabineros (policias) de Chile, requisan diversos tipos de mercaderías por muchos motivos distintos, pero ¿qué pasa con ellos?.
Más de alguna vez lei en el diario: "xxxxx mil libros piratas quemados por violar el derecho intelectual, impuestos, etc..."
Sinceramente, cuando se conocen las realidades de los lugares más pobres, no solo poblaciones de Santiago, también los alrededores, ciudades, pueblos de otras regiones y habitantes humildes que viven aislados en nuestra extraña e inusual geografía. Todo eso te hace pensar ¿POR QUÉ LOS QUEMAN?. Ya los quitaron y por ende no fueron vendidos y los culpables sancionados.... para qué destruirlos si hay miles de personas en especial niños y jóvenes que estarían felices de recibirlos en sus bibliotecas comunitarias o como regalo.
Si bién el derecho intelectual es importantísimo y lo digo como escritora registrada. Se hace cumplir la ley a cabalidad al requisar e impedir que esto llegue al comercio informal, pero podrían pedir autorización al autor o a la autoridad competente y donarlo a quienes más lo necesitan. Y no me refiero a una institución en particular que lo entregue en ALGUNOS colegios y bibliotecas de la capital o grandes ciudades, sino que en regiones, directamente a quienes lo valoraran ya que Santiago no es Chile. Aca se puede comprar un libro usado o en el mercado informal, en cambio en las regiones (en este caso no me refiero a ciudades, sino a sus alrededores) esto es impensable. De hecho la ropa usada vale un poco más barata que la ropa nueva, cuando les cuento que en la feria de mi comuna (Recoleta) hay montones de ropa a $100.- cada prenda o libros a $200 pesos cada uno, me tildan (sin decirlo) de mentirosa.
Utilizaría esto mismo con el vestuario que se requisa por ser copia de una marca, etc... tantas cosas que terminan siendo reducidas a cenizas, basura o simplemente no se sabe que fue de ellas.
Yiya Ortega