domingo, 22 de junio de 2008

CUENTO DEL HADA Y EL JUGLAR... V parte

Le decía todo lo que sentía… se le veía triste y hablaba solitariamente.

- ¿se acordará de mi?, ¿entro en sus sentimientos o al menos en sus pensamientos?
Oh amiga luna, ¿será mi acertijo o mi respuesta?, ¿un lapso de tiempo o todo mi futuro?
¿mi ilusión o mi amor?, ¿mi mentira o mi verdad?, ¿solo un sueño o mi realidad?
¿solo habitará en mi mente o yo también en la suya?
¿estaré en su corazón como ella esta en el mio?

Quisiera saber la respuesta, para seguir soñando o despertar de este dulce y cruel sueño.
En eso, drogan entró y comenzó a revolotear en círculo sobre el. Después de quedar perplejo por un momento con este inusual encuentro, reaccionó… Debía ser un enviado de su dama, ya que no encontraba otra respuesta para que tan bello ser lo buscara.

- Dragón – dijo dirigiéndose a el.
- Vuela hacia Krístal y dile que esta misma noche, cuando todos duerman, huiré sigilosamente. Dile que volveré y me quedaré con aquel amor y estaremos juntos por toda la eternidad. Si ella te ha mandado a mi, es por que desea verme tanto como yo. Porfavor vuela raudo y dile que me espere a la entrada del bosque al amanecer. Y ahí veremos que hemos de hacer para ser felices.

Drogan voló lo más rápido que pudo, tenía que llegar con esa importante donde su amiga. Krístal esperaba ansiosa y no podía más con la incertidumbre que la aprisionaba. ¿Estaría muerto?, ¿qué más podía suceder en su vida?. Miraba al cielo y suspiraba, pensando si lo volvería a ver. Deseaba sus alas para poder volar a sus brazos, mirarlo a los ojos y estrecharlo en un fuerte abrazo, robando quizás un beso con sus inmaculados labios. Cada segundo se hacía eterno en su ausencia y aquel latido presuroso se hacía cada vez más fuerte en su corazón, el cual trataba de arrancar de su pecho para salir a su encuentro. Sus pensamientos solo se dirigían a él y en sus

sueños a veces tan reales imaginaba su encuentro, y una gran felicidad consoladora llenaba su pequeño corazón. Se encontraba más distraída que de costumbre, inusualmente feliz pero triste a la vez, sin saber cual era el motivo de aquel sentimiento tan extraño.

En ese momento, Drogan llegó y le comunicó todo lo sucedido y el mensaje que le había dado aquel juglar. No podía más de regocijo pero al mismo tiempo sintió temor, si lo pillaban el desenlace sería fatal.

Sabia que algún día estaría junto a él y le rogaba a la luna, férrea y lejana consejera de ambos, que iluminará su camino para apresurar su llegada y que pidiera al padre tiempo detenerse en ese momento, para que fuese eterno.

“Oh noche majestuosa que en tu manto ocultas mis lágrimas de tristeza por su ausencia y las sonrisas de alegría por su recuerdo, os pido humildemente aceleréis tu camino para dar paso a la aurora, madre mía y colaboradora de mi amor, para que mi amado no se pierda en vuestro manto y llegue pronto a mis brazos, que no tocaran nada hasta su llegada” rogaba la dama. Pero la noche implacable, hacia caso omiso de sus súplicas y se mantenía intransigente. Y en ocasiones parecía alargar más aun su estadía, por se hacia eterna la espera de su llegada.

Krístal, ya no soportaba la soledad, no quería estar mas sola por que sabía que existía alguien que robaba sus sueños y era de carne y hueso, no una simple ilusión.

Apenas y aclaraba el día cuando se fue a la entrada del bosque a aguardar a su amado juglar, miraba hacia todos lados esperando divisarlo y salir a su encuentro. Pasaba el tiempo tal vez minutos o tal vez horas… lo que fuese para ella se hacía eterno.

De pronto lo diviso, se aproximaba velozmente en su caballo. ¡Que emoción! Por fin la alegría se acercaba, pero…










1 comentario:

Tamara dijo...

Nooooooooooooooooooooo
Yiya porqué me haces esto!!! T_T
que habrá pasado..!! me tinca que no es él el que viene en el caballo.. T_T o que viene herido..!
aa
me da miedo ese pero que escribiste al final!!!


muero de la espera x-x